El séptimo arte es uno de los favoritos por la mayoría de las personas, pues casi todos disfrutamos de sentarnos a relajarnos un rato a ver una buena película. Sin embargo para crear una película digna de la atención y entretenimiento de las personas es necesario que cuente con un guión bien estructurado y una creación de personajes interesantes.
Muchas veces
los guionistas para lograr el objetivo de crear personajes interesantes
recurren a enfermedades mentales para darles un toque de “excentricidad” y
poder sacarlos de lo que consideramos una conducta normal.
Sin embargo
en esta ocasión yo elegí una película donde se narra la vida de un personaje
real, él es John Nash, premio nobel de la economía 1994. En la película podemos
ver cómo fue su vida desde el momento en que comenzó a tener sus alucinaciones,
pues sufría de esquizofrenia paranoide.
Todo comenzó
cuando entró en Princeton para obtener su maestría, fue ahí
donde su primer alucinación apareció. Él imaginaba a un compañero de cuarto “Charles”
el cual realmente no existía, sin embargo John era capaz de entablar
conversaciones con él y lo consideraba su amigo.
Con el paso
del tiempo las alucinaciones empeoraron, pues ya no solo veía y escuchaba a
Charles, sino que también a una pequeña niña; sin embargo estos dos personajes
eran inofensivos, pues solo actuaban como sus amigos y no le decían que hiciera
cosas en contra de su voluntad o fuera de lo ordinario. La peor vino cuando él
creyó que vivía en una realidad ficticia, pues después de ser citado por el
gobierno para resolver un problema minúsculo, él comenzó a imaginar que ya era
parte de una organización secreta del gobierno que intentaba descubrir el
próximo ataque ruso a su país. Aquí fue donde comenzó a imaginar a un agente,
quien le daba nuevas misiones y ponía constantemente su vida en peligro.
Afortunadamente su esposa logró detectar su
problema y lo hizo buscar ayuda; él estuvo en un manicomio durante una larga
temporada, pero al salir sus alucinaciones volvieron, pues no se tomaba su
medicamento. Sin embargo, tras la insistencia de su esposa logró darse cuenta
de su problema, y finalmente logró vencer sus alucinaciones; jamás las dejó de
ver, pero se volvió capaz de ignorarlas.
Si vemos
los síntomas de la esquizofrenia paranoide nos encontramos con que estos son: Preocupación por una o más ideas delirantes o alucinaciones
auditivas frecuentes. No hay
lenguaje desorganizado, ni comportamiento catatónico o desorganizado, ni
afectividad aplanada o inapropiada.
Por lo
anterior podemos concluir que lo que vemos en la película es realmente apegado
a lo que debió haber pasado en la realidad, y esto tiene lógica pues se está
hablando de un personaje real y solo se está haciendo referencia a él.
En lo
personal yo puedo ver esta película millones de veces sin cansarme. Aquí les
dejo una escena que es cuando Nash es llevado por primera vez al manicomio y él
cree que su amigo Charles lo delata con unos agentes rusos y que está siendo
arrestado.
Esta película es buenísima, muy buena ortografía y estructura de tu entrada, lo único que encontré fue un error de redacción, "Todo comenzó cuando comenzó", de ahí en más muy muy bien.
ResponderEliminarKarla
John F. Nash es un personaje encantador. Su obsesión por conocer, por saber, aprender e innovar, lo llevan a, como bien mencionas, caer en una esquizofrenia paranoide. Buen trabajo chavos.
ResponderEliminarMe gusta el estilo de su blog, y esta reseña me pareció muy interesante, lo que más me llamo la atención es el titulo "A Beautiful Mind" el aprender nuevas cosas diarias, es algo único, y realmente nadie puede saber tantas cosas en esta vida, pues si lo supiéramos todo, el mundo seria bastante aburrido.
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